A pesar de que pasan tantos años, y tantas meditaciones por la vida de una persona, siempre quedan preguntar sin resolver, como por ejemplo, como se las arregla mi esposa, para saber donde esta todo, incluidas mis cosas, pero seguro que no sabe donde esta la otra mitad del medio ambiente, tampoco sabra por que a las cosas buenas les llamamos cojonudo, y a las malas coñazo, o si a un abogado que enloquece, se puede decir que ha perdido el juicio. Mucho menos sabra, por que si un piloto de aviacion, tiene graves problemas para ejercer su trabajo, no hay obligacion de comunicarlo a su compañia.
Ahora voy a contar una historia real, que me ocurrio hace tantos años, que ni me acuerdo. (entonces como lo cuento? jajaja) Pues recien casado y mientras hacia una visita a mi buen amigo Pepe Galdon, en Ubeda, tenia una conversacion con una persona , sacerdote, y al parecer muy buena gente, el que me decia y para convercerme de lo seguro de sus convicciones, las siguientes preguntas: Te va bien en tu matrimonio? R. si. El. pues eso es gracias a Dios. El. Tu hija nacio bien? R. si. El. pues eso es gracias a Dios. El. tu hija carece de comida, o de abrigo? R. no. El. pues eso es gracias a Dios,, y asi algunas preguntitas mas, hasta que da por finalizado el dialogo, y mientras iniciaba su marcha calle abajo, me decia, ¿ Te has convencido ya?,, fue entonces, cuando yo reclame, que me atendiera, que yo tenia una pregunta que hacer tambien. Si me fuera mal en mi matrimonio? si mi hija hubiera nacido mal, con deficiencias, o no pudiera darle lo necesario, seria por culpa de Dios. Este sacerdote mientras me decia, que conmigo era imposible razonar, desaparecio, quedandome sin la respuesta, y con la regañina de los presentes, que me reprochaban mi actitud.
Y entre un mas alla y un menos aca, mezclando lo serio con lo jocoso, sigo sin tener respuestas, ni si quiera por que escribo esto
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