Cada mañana en mi despertar me trae la primera luz del alba que penetra en mi habitación tras el visillo como un aviso de los dioses. Puntualmente se posa sobre mi cama como una alerta a mi cuerpo somnoliento, intento abrir los ojos y empiezo a recuperar mi despertar.
No me preocupan demasiado los sueños nocturnos pues he de ocuparme de los sin cumplir.
Mañana calurosa, poco aromatica, tampoco muy romantica, la primavera quedó atras y en mis ojos parece verse reflejado el orden del dia repleto de buenos sentimientos e inquietudes.
Atras quedaron esas pequeñas luces que poblaban el cielo, tales estrellas que invitan a la relajación a olvidar el ocaso y volver a empezar.
El corazón acelera y conecta sus latidos a los sentimientos sin fronteras mientras presto mi mano al Sol para que pose sobre ella y olvido por un momento que acaba de empezar un nuevo dia.
De pronto y sin remedio algo emborrona mi mente y me exige un esfuerzo para recuperar mi pensamiento.
Apadrinado por un Sol cada vez mas deslumbrante, empiezan a
invadirme las emociónes y a preocuparme las obligaciònes.
Atras quedaron aquellas nieves de invierno, por aqui no tantas pero que nos hicieron llegar sus aguas por su cauce hasta su destino.
Salgo a la calle y solo escucho ruidos que me aturden, me ocupan y preocupan, voces mal sonantes de falsos profetas solucionadores que lastiman con su engaño la voluntad de la gente y provocan sus temores. Vivoras envenenadas de falsos encantos que magnetizan valiendose de la danza de la palabra.
Pon tu mente vigilante y protege tu corazon del sufrimiento, nunca el sufrir ha sido el camino para un buen sueño.
Igual que cuando un chiste oido muchas veces deja de provocar la risa, deja de preocuparte cuando el palabrerio y la amenaza te rodean.
Chiste: Vete a dormir. ¿Porque? ¿tengo cara de sueño?
tù tienes cara de mono y no te mande a la selva!