EL TIO VIVO

     Hagamos un pequeño o quiza gran viaje, hasta epocas que podrian remontarnos incluso antes de nuestra niñez, y subamos a esa atraccion de feria, LOS CABALLITOS o TIO VIVO.

     La pregunta es por que tio vivo, pues para este saber retrocederemos en el tiempo, hasta epocas anteriores incluso a nuestra niñez, cuando por falta de conocimientos sobre la medicina, se diagnosticaban bastantes casos de fallecidos, sin ser muerte efectiva, osea cuando aun el alma n o habia entrado en esa zona misteriosa, si no que permanecia aderida a nuestro cuerpo aun viviente.

Siendo demostrado alla por el siglo XVIII, que de las exhumaciones realizadas, el 2% eran entierros prematuros, que seria confundido un estado de coma o catalepsia, como muerte total, error este que pudo llevar a la desesperacion a este sujeto enterrado (nunca mejor dicho lo de sujeto) osea cadaver mal diagnosticado. Tal era el asunto que se llegaron a practicar pruebas para encontrar signos vitales como, derramar vinagre y pimienta sobre la boca del presunto fallecido, incluso arrimar un hierro candente al pie o injcluso al recto.  Estos casos conocidos por el pueblo, destaparon nuevas fobias,a asi como TAPOFOBIA, (miedo a ser enterrado vivo o simplemente a las tumbas) llegando incluso a construirse ataudes de seguridad, en los cuales se le ponia una cuerda al fallecido, atada a la mano y enganchada a una campana que se situaria en el exterior

     Vistos los precedentes retomamos el por que¡¡¡

Era  Esteban Fernandez un Sr. de Madrid, que tenia un carrusel de caballitos, en el paseo de las delicias con el que se buscaba el sustento, hasta que un dia llamado 16 de julio del año 1934, lo dieron por muerto, pensando que podria ser de colera, muy extendido por esa epoca, y cuando era trasladado en el ataud hasta el cementerio, este retomo su pulso y voz, gritando, ESTOY VIVO,,,,,ESTOY VIVO. 

     Volvio a su carrusel, se hizo muy popular y las gentes del lugar se acercaban hasta ese lugar a ver al TIO VIVO, tomando  por nombre el carrusel del.... Ya sabeis